MAGIS es un adverbio latino que significa “más; mayor“. Fue un término utilizado en numerosas ocasiones por San Ignacio de Loyola, el fundador de la Compañía de Jesús, para describir la forma en que el cristianismo proporciona una profunda relación personal con Dios.
Por eso se ha convertido en un elemento clave para la Compañía de Jesús y para todos los que viven su fe según la espiritualidad ignaciana, llenando de sentido el camino de vida de quienes viven y sirven en todo para la mayor gloria de Dios.
Así, el “+“ visible en la imagen de MAGIS 2023 se refiere no sólo al significado de la palabra, sino también a la Cruz, el mayor símbolo de la entrega y el amor de Dios por cada persona.
MAGIS es un encuentro mundial organizado por la Compañía de Jesús, que reúne a la juventud de la Familia Ignaciana entre los 18 y 35 años de edad, de todas partes del mundo.
Ese gran evento tiene lugar cada vez que se anuncia una Jornada Mundial de la Juventud y se realiza en los diez días anteriores a la Jornada.
Esos días están llenos de experiencias y actividades, que ayudan a celebrar la fe y el servicio en un espacio de compartir y oración.
MAGIS empezó en 1997, en Francia. Antes de la Jornada Mundial de la Juventud 1997, hubo una peregrinación de jóvenes relacionados con la Companhia de Jesus. Todavía no tenía ni nombre ni estructura, solamente un deseo por unir a los jóvenes de la Familia Ignaciana.
En 2000 ese evento se repitió. De esta vez en Italia con el nombre “Horizonte 2000”. Esos fueron los primeros pasos tomados para la creación del MAGIS.
En 2002, la JMJ ocurrió en Canadá
pero fue en 2005, en Alemania, que el encuentro recibió su nombre oficial “MAGIS”, que pasó a ser utilizado en las ediciones siguientes.
MAGIS, ahora con su nombre oficial establecido, ocurrió en 2008, en Australia.
Sin embargo, fue sólo en el año 2011 que MAGIS ganó su estructura y formato definitivos. En ese año, MAGIS se pasó en España y tuvo inicio en Loyola, la tierra dónde nació San Ignacio. Allí se reunieron en torno a 3.000 jóvenes, luego enviados a más de cien experiencias en España y Portugal.
2013 fue también un año especial para los jóvenes de Europa central. Mientras que en Río de Janeiro tenía lugar el MAGIS que precedió a la JMJ, en Eslovaquia y Hungría se organizó el MAGIS Europa Central. Fue una oportunidad para que los jóvenes que no pudieron participar en la experiencia de Brasil se uniesen y celebrasen este evento.
Desde entonces, MAGIS Europa Central se ha organizado cada verano, permitiendo a los jóvenes vivir una semana a la manera y ritmo de MAGIS.
Después de Brasil, en 2016, más de 2000 participantes viajaron a Polonia para celebrar el MAGIS bajo el lema “to give and not count the cost”.
La última vez que se pasó MAGIS fue en Centroamerica, en 2019. Las diferentes experiencias fueron divididas por los seis países de la Provincia centroamericana de la Compañía de Jesús: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá.
En 2023, la 10º edición de MAGIS será entre los días 22 y 31 de julio en Portugal. Se está preparando todo para que se colabore en la creación de un futuro esperanzador. Esta es la misma esperanza que la Congregación General 36 nos interpela a ser portadores: una esperanza que nace de la consolación que proviene de nuestro encuentro con el Resucitado, no una esperanza simplista o superficial, sino una esperanza profunda (CG 36, 1 dic. §32).
La constitución del equipo MAGIS 2023 se inspiró en la misma Congregación General y en los posteriores llamamientos del Padre General Arturo Sosa, SJ: “La colaboración con los demás es la única forma en que la Compañía de Jesús puede cumplir la misión que le ha sido encomendada”. (CG 36, dec 1, §36). Así, el equipo está formado por jesuitas de diferentes provincias, un laico y una religiosa Esclava del Sagrado Corazón de Jesús.
Deseamos, por tanto, responder no sólo al llamamiento de la Congregación General y del Padre General, sino también al Papa Francisco, que “nos llamó de nuevo al magis, “ese plus” que llevó a “Ignacio a iniciar procesos, a seguirlos” y a evaluar su impacto real en la vida de las personas”.
Conoce más sobre cada programa MAGIS aquí.
La historia de los jesuitas comenzó en 1534, con un grupo de estudiantes de la Universidad de París. De hecho, este grupo de amigos en el Señor fue guiado por la vida y la pasión por Jesús de Ignacio de Loyola. Inspirado por todo lo que Dios estaba moviendo en él desde su convalecencia tras ser herido en la batalla de Pamplona, Ignacio nunca dejó de preguntarse:
¿Qué puedo hacer por Cristo?
Fue esta moción la que le llevó de Loyola a Tierra Santa -para conocer los lugares donde había estado Jesús- y de allí a las universidades de Alcalá, Salamanca y París, para basar sus mociones en el estudio teológico.
En París, entre las clases y el estudio, los primeros compañeros encontraban tiempo para asistir a los más pobres y enfermos y a todo hermano marginado.
Movido por el deseo de servir a la Iglesia de Cristo, Ignacio y sus compañeros fueron a Roma para ofrecerse a los servicios del Santo Padre. El 27 de septiembre de 1540, el Papa Pablo III aprobó esta nueva orden religiosa y permitió que la Compañía de Jesús recibiera a hombres que también tuvieran el deseo de servir al Señor y a su Iglesia a través del trabajo misionero y la educación de los más jóvenes, allí donde fuera más urgente, necesario y universal.
Durante los últimos casi quinientos años, los jesuitas se han extendido por todo el mundo y hoy, la Compañía de Jesús cuenta con más de 16.000 hombres en formación, sacerdotes y hermanos, y comunidades en 120 países.
La Congregación de las Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús nació a finales del siglo XIX en Pedro Abad, un pueblo cercano a Córdoba (España). La intención de las fundadoras, Santa Rafaela María y la Madre Pilar, era crear una familia con una misión particular en la Iglesia: reparar el Corazón de Jesús, con una vida centrada en la Eucaristía, a través de su celebración y adoración.
Nuestra misión se centra esencialmente en la educación evangelizadora, en colegios, parroquias, escuelas y barrios, residencias universitarias y casas de oración. La espiritualidad ignaciana nos da nuestro modo propio de llevar a cabo nuestro carisma. Desde el principio, nuestras fundadoras quisieron que sus líneas fundamentales marcaran nuestro ser y nuestro actuar, para que nuestras vidas se convirtieran, como quería San Ignacio, en ”dóciles instrumentos en manos de Dios”.
Santa Rafaela María quiso que fuéramos ”universales como la Iglesia”, es decir, disponibles para servir donde fuera necesario. El deseo de ”poner a Cristo a la adoración de los pueblos” nos lleva a cualquier lugar o situación donde su Corazón, en la vida de tantas personas, necesite ser reparado.
Hoy en día hay unas 1000 Esclavas del Sagrado Corazón de Jesus en 24 países. De Santa Rafaela María hemos recibido la ”herencia” de un modo de mirar el mundo con esperanza y misericordia, descubriendo en él las carencias de la Vida, las necesidades de reparación, las ”heridas” que reclaman el amor del Corazón manso y humilde de Jesús.
